Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


1513
Legislatura: 1893-1894 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 4 de abril de 1894
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 98, 3304-3305
Tema: Uso indebido de la facultad de la Corona de tener suspendidas las sesiones de las Cortes

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Laserna): La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Voy a contestar muy pocas a la rectificación del Sr. Azcárate, pero, ante todo, no puedo dejar pasar la idea de que la minoría republicana se retirara de aquí porque había sido atacada en su dignidad; si lo hubiera sido, ¿en qué lugar quedaban los Diputados de esa minoría que votaron por volver a la Cámara? Y hay que advertir que la resolución se adoptó por un solo voto de mayoría y éste por equivocación (El Sr. Ojeda: Pido la palabra.) No; si a la minoría se le hubiera inferido alguna ofensa que pudiera lastimar su dignidad personal o colectiva, no hubiera dudado en su resolución y hubiera hecho bien, pero desde el momento en que la minoría republicana hubiera hecho presente la ofensa, si existía, que no pudo existir porque no hubo intención de inferirla, hubiera recibido todo género de satisfacciones. No hay, pues, semejante dignidad ofendida. Sus señorías se retiraron por amor propio, por no haber podido conseguir su objeto en el proyecto de ley que se discutía, y por eso hubo tanta duda en la discusión y en el acuerdo que se tomó para la retirada, pero eso no era bastante fundamento para que una minoría dejara de cumplir el deber constitucional para el cual la enviaron aquí sus electores.

Y la contradicción viene enseguida en el Sr. Azcárate. Sus señorías se marcharon por la presentación del proyecto de ley municipal y provincial, y después dice que iban a volver si se discutía, para [3304] hacer obstrucción y para que no saliera adelante. Pues si se marcharon porque se presentó el proyecto, ¿por qué iban a volver para discutirlo? Esto no tiene nada que ver con el asunto a que S. S. se ha referido de Inglaterra. Queríais imposibilitar la marcha regular del Parlamento, y queríais imponer vuestra voluntad a la mayoría, y esto no está bien, Sr. Azcárate, y además no es liberal; porque de la misma manera que las mayorías deben tener mucho cuidado en respetar la libertad de las minorías, las minorías deben respetar también la libertad y la autoridad de las mayorías.

Pero después de todo y viniendo a la comparación a que se ha referido S. S., tratándose de una cosa tan importante como la cuestión de Irlanda, que tanto puede afectar a la vida y al porvenir de Inglaterra, ¿qué sucedió allí? Lo mismo hemos hecho nosotros aquí. Empeñándose SS. SS. en obstruir, no vinieron a discutir, sino a obstruir, y así lo dijeron SS. SS. sin ambages ni rodeos; ¿y qué hicimos aquí? Procurar que SS. SS. no se impusieran a la mayoría y hacer que discutieran, y por último, hicimos lo que también se hizo en Inglaterra, y es, que para discutir tuvimos tres días de sesión; tres días de sesión tuvieron igualmente en Inglaterra para lo mismo, y después modificaron allí el Reglamento, como también aquí lo hemos modificado, haciéndoos el favor de traer al Reglamento actual las prescripciones del vuestro, las prescripciones del Reglamento de los Gobiernos republicanos en este país. De manera que no podéis quejaros de esto.

Quiere S. S. también comparar la conducta de esa minoría en esta cuestión con la conducta de la minoría conservadora en el Senado. ¡Buena diferencia hay! Ya quisieran SS. SS. que aquella minoría hubiese hecho lo que hizo esa, siquiera para que eso les sirviera de escudo y de excusa, pero no, aquella minoría discutió, e hizo bien; estuvo en su derecho discutiendo porque era una ley que merecía discutirse por lo que afecta a los intereses provinciales y municipales, pero jamás hizo la declaración de que hacía obstrucción hasta el punto de impedir que la ley saliese. Y la prueba de que no la hizo, es que la ley salió. Pero ¿cómo salió? Como salen las leyes, discutiéndolas. Aquélla la discutió la minoría conservadora y aunque hubo realmente una discusión razonada y extensa, no fue jamás de aquellas que pueden considerarse como un medio indirecto de obstrucción. No; discutió porque debía discutir, y estaba en su derecho discutiendo. ¿Hicisteis vosotros eso?. No tengo más que decir.



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL